Restaurante San Miguel (Ribadeo)

Aprovechando las fechas del puente de la Constitución salimos a comer a un restaurante en el que ya había estado una vez y me encantó. El restaurante se encuentra en el puerto deportivo de Ribadeo y es una casa independiente con unas vistas perfectas. De verdad no dejéis de comer en este sitio porque es una pasada tanto las vistas como el tema gastronómico.

Fuimos dos personas (love is in the aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiir) y para comenzar elegimos un par de entrantes, de entre una carta no demasiado amplia pero con una calidad única. El elemento diferenciador de este sitio es la calidad, que personalmente creo que es muy elevada. Pedimos para comenzar una carpaccio de pescados, que me sorprendió por su presentación y el colorido del plato. Tenia carpaccio de pez espada, el mas exterior de los tres, de una textura un poco mas áspera que los otros dos, pero con todo su sabor y frescura. El del medio era dorada, mucho mas suave que el pez espada tanto en textura como en sabor. Y por ultimo en el medio salmón, graso y suave como es el sabor de este pescado. Un plato muy simple pero muy rico con un poco de aceite y vinagre de Módena por encima. Delicioso.



Como segundo entrante, pero a la vez plato fuerte, pedimos un pulpo con almejas y patatas. Comentar de este sitio que tiene un pulpo increíble, con todas sus posibilidades de presentación , en su punto de cocción, de un tamaño realmente espectacular y a parte un sabor realmente bueno. Este plato como os digo no defraudó nada: trozos de pulpo, unas almejas "jurásicas" por su tamaño y una suave salsa marinera. Esto junto con la ración mas que amplia, daba a dos platos majos por persona, hicieron de este mi plato ideal del restaurante.



Una vez que acabamos con los entrantes fuimos a por lo realmente serio. Como estábamos en un restaurante de costa pedimos uno de los pescados de fuera de carta para compartir. En este caso un hermoso lenguado al horno. El pescado estaba de nota, venia presentado con unas pocas patas cocidas, unos tomates y berenjenas al horno. El tamaño suficiente y mas que adecuado para compartir dos personas.



Como postre pedimos un sorbete de limón al cava, que no estábamos para mucha floritura ya. Aceptable sin mas, sin demasiado cava para no hacerse muy fuerte pero vamos aceptable.



Comentar que el sitio tiene una carta de vinos realmente amplia y muy adecuada para el tipo de comida. Además todos los vinos tenían un precio aceptable, contando con que es un restaurante mas bien pijillo. Me gusta ver que no es el típico sitio donde te clavan por cualquier vinacho el doble de su precio. Nosotros elegimos un albariño que me encanta y que si podéis no dejéis de probar. Eso si si lo encontráis en alguna tienda ya que no es muy comercial.




El vino era un albariño Do Ferreiro, el normal porque el cepas vellas no les quedaba. Un vino extraordinario, el mejor albariño que conozco la verdad.

Toda la comida por 45 euros por persona, que por el sitio el trato y la comida me parece un precio muy aceptable. Un sitio al que volveré segurísimo porque me encanta!


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