lunes, 6 de diciembre de 2010

Restaurante La Masia (Bilbao)


La Masia se trata de un Restaurante-Bar de Bilbao, “ de toda la vida “, recientemente especializado en la venta y consumo de setas. Lo mismo te las vende, que te las prepara en su comedor , y da gusto ver lo surtido que está de especies poco habituales.


En barra del bar se exponen las setas de temporada, lo cual da un olor al local curioso. En este caso se trataban de CANTARELUS LUTESCENS, pero no decidimos incluirnos en nuestro menú.

Con estas premisas, nos dirigimos a degustar sus especialidades, 7 personas. Comenzamos compartiendo todos los primeros platos, con 3 Variedades de setas y preparaciones.

En primer lugar 2 raciones de revuelto de AMANITA CESAREA. Se trata de la famosa seta de los césares, probablemente la reina de todas ellas, tradicionalmente llamada Gorringo en el Pais Vasco. Este nombre se debe a su color rojo-anaranjado (Gorri en euskera es Rojo), que hace que , como podeis observar en la foto, el revuelto tenía un color amarillento (muy similar al azafrán de las paellas). La opinión unánime de este plato es que estaba Espectacular, fino, exquisito, distinto, inmejorable, fueron varias de las opiniones. En mi opinión, lo mejor de la comida.

A continuación degustamos 2 raciones de CANTARELUS CIBARIUS salteados. Por su abundancia y finura, esta seta sea probablemente la más venerada en el Pais Vasco, junto con el perretxiko (no en vano la llaman salsaperretxiko). Es una seta más fuerte , no obstante estaba delicada y muy sabrosa . Varios de los comensales comentamos que mejoraba ostensiblemente el Vino (Del que luego hablamos).

Nuestra tercera opción , creo que nuevamente un acierto, fue una doble ración de salteado de hongos y mollejas. Aromático desde que salió de la cocina, inundando el bar con su olor. Riquísimos los hongos (Mezcla de Edulis, Aereus y Aestivalis según el camarero), y en opinión de todos, una acertada mezcla.

Aquí reflexionamos sobre el vino, una Mágnum de Arabarte Crianza 2006, que nos sorprendió al principio, por su sabor débil, pero que fue mejorando mucho a medida que los platos de setas se hacían mas contundentes. Acabamos todos de acuerdo en que se trata de un vino que aguanta el difícil reto de mezclarse con distintos platos de setas sin salir perjudicado. En total fueron 2 botellas.

Entre los segundos platos hubo mucha mayor diversidad de gustos y opiniones.

Dos de las comensales eligieron chipirones en su tinta. Según su opinión estaban muy bien cocidos con una salsa muy espesa y muy sabrosa, casi inmejorable. Aunque la ración fueron 3, eran más que suficiente.

Yo me decidí por kokotxas de bacalao, muy ricas y en su punto , quizá un poco saladas, pero en conjunto un plato recomendable.

Chuletón para dos personas, aprox 1,200 kg de carne a la brasa con su piedra para hacerlo al gusto y su ración de patatas. Como siempre, no decepcionó. Uno de sus comensales ha estado 2 meses en sudamérica y devoró la carne, como si fuera lo último que iba a hacer en su vida.

Almejas a la marinera. Un plato muy abundante que compertieron entre dos y que comentaron que estaban en su punto y muy sabrosas.

Siguiendo una "graciosa graciosa" tradición familiar que se pierde en la noche de los tiempos, una vez todos ahitos con la comida, uno de los miembros mayores de la familia, ordenó un “Bautizo" para los jóvenes, que consiste en sacar a los mismos, 2 huevos fritos con patatas y pimientos, “como si todavía no estuviesen hartos de comida”. Ante la gran sorpresa de todos, se los comieron, no sin cierto esfuerzo, y pasamos, ahora sí, ya bautizados, a los postres.

Como era de esperar, tras el “duro bautizo”, hubo poco postre para añadir a esta crónica. Solamente una quajada casera que tuvo dispiridad de opiniones.

Lo mejor para digerir la pedazo comilona fue pedir unos chupitos de orujo de hierbas y unas copitas de Contreau, muy digestivo.

Añadir que el Servicio fue impecable, nada de lo solicitado nos hizo esperar ni 10 minutos, y el precio global , bautizos incluidos fue de 60 euros por comensal. Restaurante totalmente recomendable para todos, especialmente para los amantes de las setas.


Se situa en la calle Colón de Larreátegui nº48 al lado de la céntrica plaza Moyúa de Bilbao.

4 comentarios:

  1. Bienvenido al blog Gus. Enhorabuena por tu primera crónica y que vengan muchas más. No dejaré de visitar este restaurante. Me encantan las setas.

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  2. Joder joder,joder,que pintaca!!! yo tambien soy fanatico de las setas,y las como menos de lo que me gustaria,asi que ya no nos falta excusa para visitar este sitio.Saludos Agus!!

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  3. Agus!!! una gran cronica y un sitio con una pinta muy buena, a ver cuando nos llevas a probar todas esas cosas ricas y no te las quedas tu!!!

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  4. ¡Fantástico y "suculento" post!, al igual que el pedazo de comida pantagruélica y delicatessen que os metisteis entre pecho y espalda. ¡Que gozada!, con cuadrillas así, ¡da gusto! ;-) Por otro lado 100% de acuerdo con todo lo que comentas. Un lugar fantástico. Nuestrasescapadasfamiliares.

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