miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Boliche Bacàn (Madrid)

Con una buena excusa y guiados, una vez más por Atrapalo, descubrimos un nuevo sitio que recomendar: El Boliche Bacán. En la susodicha página de crítica gastronómica ha alcanzado un rating muy serio, ni Martinsa en sus mejores días. Le deseamos un final más feliz.

El lugar es Calle Diego de León 56, justo en la esquina con General Pardiñas. El local en cuestión se presenta en clave argentina y gallega. Pero de gallego tiene lo que las piscinas de Requejo. Todo el mundo sabe que en Requejo no hay piscinas. Para muestra un botón:
















Y todos sabemos cual es la especialidad de un restaurante argentino. Efectivamente, la carne. Pues bien, aquí se puede elegir entre carne y pescado. En la carta tienen arroz con bogavante, entre otras exquisiteces. Esto quiere decir, que como espetó Terminator a John Connor, "Volveré". Pero en esta ocasión todo estaba cerrado de antemano con el menú que este restaurante oferta a clientes de Atrapalo. Tan solo se elije el plato final. E insisto que este es un sitio de carne. Y tal es así que hubo doble ración de carne. En la mesa de al lado tenía lugar una cena de empresa muy especial, la de todos los go-gos y bailarines de una conocida sala de fiestas madrileña. No citaremos el nombre, ya que este es un blog gastronómico y nos debemos a nuestro Consejo de Administración, anunciantes y por supuesto lectores. Pero para aquellos sean tan morbosos de querer ver una foto, pues yo lo fui aún más como para tomarla;-> Como podéis ver, la Sexta Noticas hizo aparición y la Sociedad Gastronómica la Horadada renueva su compromiso de estar en los puntos más calientes.



















Dejemos a un lado a la carne que va entre medias de rejilla, tacones de aguja y aderezada con "abundante" silicona para centrarnos en la que aquí nos interesa.

Los entrantes son suficientes como para haber saciado el apetito de una cena entre semana. Comenzamos con una ración abundante de paté con algo de confitura y una variedad de panes, biscotes y palitos. Es mejor contenerse y no arrasar con todo, ya que al final del menú es donde se encuentra el premio gordo. Tuvimos la suficiente fuerza de voluntad para dejar una de las piezas de paté en la recámara.















A continuación seguimos con algo de más sustancia: Un trozo de chorizo criollo, sabroso pero suave; algo de morcilla de arroz, de toda la vida; una empanadilla "sorpresa" con carne y verdura; y todo acompañado de una rica ensalada con frutos secos. Hacía mucho que no tomaba anacardos.

















Es de ley mencionar que el servicio es excelente, son muy amables y te dejan ir al ritmo que elijas. Sin atosigar, pero estando presentes. Estuvimos muy a gusto. Y así, a la hora de pasar al plato final me dejé recomendar por los manjares a elegir. Había dados de carne, brocheta y lomo argentino. Pregunté cual sería la carne más tierna. Me apetecía algo que se reshiciera al masticar por encima de un sabor intenso. Por tanto el lomo fue la elección, previa recomendación del maitre.

















Mi acompañante cumplió con ese topicazo que dice que las damas son de pescado y los caballeros de carne. Ya sabemos, los hombres de Marte, las mujeres de Venus. Lo cierto es que además de los dados, la brocheta y el lomo se podía elejir lubina. Pero esto es algo que ni siquiera quise someter a consideración. Lo que si hice fue probarlo. Para mi gusto algo fuerte de ajo. Decir que un buen pedazo se quedó en el plato. Por mi parte dí buena cuenta del lomo.

















Y ahí está, el lomo argentino. No es lomo entendido bajo el concepto español. Sería como un entrecot, es decir, una chuleta sin hueso. Estaba realmente bueno, y sobre todo tierno. Soy muy crítico con la carne. Me gusta muy poco hecha y muy muy tierna. Así que harto de que me lo pasen demasiado, no dije la tan diplomática expreción de "al punto", ni tan siquiera "poco hecha", directamente la pedí "cruda". Como dirían los yankees, "rare", ni "medium rare" ni conceptos intermedios. Ya dicen en la taquillera Airbag que el concepto es muy importante. Así, tuve mi lomo en el punto que me encanta, roja por dentro. Reincido en que esta carne estaba realmente tierna. Hacía tiempo que no tomaba una tan buena. Las patatas también estaban muy buenas, hicieron su labor de escolta.
Y para finalizar, como uno es humano y más bien impulsivo, no tenemos testimonios gráficos del postre. Es así, lo confieso, me avalancé sobre nuestros crepes de dulce de leche y el de arándanos (grata sorpresa). Estaban sublimes. Y aún cerramos la velada con un chupito de pacharán, para dijerir la ingesta.
El Boliche Bacán es un sitio excelente. Este menú el áltamente recomendable, tiene un 50% de descuento, con dos consumiciones de bebida. Salimos a 45€ en total para dos personas, cuando el precio standard es... pues justo el doble, claro.



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Restaurante Japones Naomi (Madrid)

Anoche fuimos a cenar unos amigos y yo, a un restaurante pequeño y escondido de Madrid, el restaurante me lo recomendaron hace tiempo y no he dejado de ir porque es el que mas me gusta de Madrid, su precio ajustado y su comida de gran calidad y frescura. Este restaurante lleva abierto ya muchos años y en su entrada se puede ver un papel donde apuntan los 36 años que llevan abiertos en Madrid, es decir nos son precisamente unos principiantes en esto.



Pedimos todos los platos para compartir, comenzamos con una de las especialidades de la casa, la tempura,que estaba muy rica con el punto de rebozado idóneo y nada de aceite. Los platos son tanto mixtos, con verduras y gambas, como solo de gambas; nosotros fuimos a los mixtos por probar mas sabores.



Después continuamos con "sobakarei" que básicamente es un plato de tallarines con curry, comentar que el curry japones sabe diferente al habitualmente usado en la comida hindú, a mi personalmente este me gusta mas, un poco mas dulce y en este caso de picante medio. Este plato lo pido siempre porque me parece que esta muy rico y sabroso, no es muy amplia la ración pero muy bueno de sabor.



Pedimos otro plato clásico, el "katsudon", un plato muy rico y que en este sitio preparan también muy bien, consiste en un bol con una base de arroz blanco, con un escalope de carne de cerdo rebozado por encima.El escalope viene partido en tiras para poder comerlo con palillos.Tanto el arroz como el escalope estaban muy sabrosos y venían con un poco de salsa de soja por encima, otro plato para repetir.



La dueña del establecimiento nos sugirió también que pidiésemos un plato de teriyaki, por eso de cambiar de salsa y tipo de comida, aquí tienen 3 para elegir: de pollo, de emperador o de atún, el mejor claramente es el de atún pero vale la ración 20 euros, os sugiero que la probéis porque es una autentica maravilla la verdad, nosotros pedimos el de pollo y la verdad la ración un poco pequeña pero muy sabrosa, con una buena cantidad de salsa que hizo que el plato desapareciera rápidamente.



Pedimos también un plato de "katsukarei" ; este plato en principio no le íbamos a pedir,ya que la salsa es la misma de curry que la de los tallarines, pero como nos apetecía comer algo mas y la salsa de curry no encanto fuimos de cabeza a por ello, es un plato muy parecido en esencia al "katsudon", sigue siendo un escalope de cerdo rebozado sobre una base de arroz y cambia en que aquí la salsa es curry, estaba buenísimo así que duro bien poco la verdad, incluso el arroz que a alguno se le resistió al intentar comerlo con palillos.

Una vez que nos llenamos un poco fuimos a por lo realmente bueno de este sitio, y por lo que creo que es mas conocido: el sushi.La calidad del pescado es espectacular,no dejéis de pedirlo porque esta francamente bueno, nosotros pedimos una ración de sushi variado, básicamente por no pensar y elegir.La ración tenia también unos pocos makis de atún, muy buenos todos.



Luego pedimos el para mi pescado mas rico y también el mas caro, la verdad.Fuimos a por un sashimi de toro, ventresca de atún rojo, estaba buenísimo, muy suave, se desacia en la boca, hay veces que no lo tienen, pues dependen de lo que se entre en el mercado, este plato para mi es básico probarlo.



Para terminar nos pedimos también unos temakis de erizo de mar.Este plato es como el toro (que diria Jesulín), no lo tienen siempre así que si os lo ofrecen no lo dudéis, porque están buenísimos.Los temakis son una especie de cucurucho de alga relleno de arroz y en este caso de carne de erizo de mar, el sabor increíble una gran elección siempre.



Como postre pedimos todos el mismo, una mousse de maracuya que hacen casera en el restaurante, estaba muy rica fresca y dulce en su punto para acabar una cena que me encanto.

Todo esto con agua y cerveza nos salio por 32 euros por cabeza, me parece un precio muy asequible por la calidad del sitio, si vais a pasaros reservad antes porque sino lo mas seguro es que no tengáis mesa, ya que es muy pequeñito y concurrido.


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martes, 21 de diciembre de 2010

Restaurante Alfredos Barbacoa (Madrid)

Hemos ido a comer, haciendo una escapadilla, a un mítico sitio madrileño conocido por tener las mejores hamburguesas de todo Madrid, fuimos cuatro a degustar estos manjares tan saludables. Comentar que al ser un sitio tan conocido conviene reservar sino quiere pasarse uno un buen rato tomando cervezas esperando a que se levante alguna mesa.

Pedimos para comer unos entrantes : una buffalo wings, unos aros de cebolla y unos panes de ajo con queso.



Los Buffalo wings a parte de un nombre tan espectacular, no son mas que unas alitas de pollo de buen tamaño con una salsa especial, estaba muy ricas y la racion esta bien para compartir, aunque un poco empalagosa la salsa para mi gusto.



A continuación nos trajeron los panes de ajo con queso, estos era muy hermosos de tamaño, el único pero para mi, era que el queso era un tranchete, que bien podían ponerle un poco mas, aunque he de reconocer que de sabor estaban estupendos.



Por ultimo comimos unos aros de cebollar, que la verdad estaban muy bueno con su capa de rebozado perfecta, ni una masa ingente de rebozado ni solo cebolla, muy ricos y no demasiado grasos, una gran elección.



Una vez terminamos con los entrantes pasamos algo mas serio como son las hamburguesas de este sitio, que son por las que se ha ganado realmente la fama este sitio. La elección fue sencilla : dos pidieron la hamburguesa pequeña con queso philadelpia y cebolla a la parrilla y otros dos pedimos una también pequeña con bacon, queso y salsa barbacoa.



La hamburguesas de este sitio sobre todo se distinguen por la calidad de su carne, ya que no son de esas que usan preparados industriales, no tiene mas artificio que carne de calidad hecha a la brasa, no parece mucho pero con estos dos argumentos principales unicamente, consiguen las mejores hamburguesas de madrid.


Al final todo eso con un refresco por cabeza nos salio a algo menos de 15 euros cada uno, es decir un precio muy asequible para probar estas maravillosas hamburguesas.



Pagina del restaurante

Restaurante Japones Sakura (Santander)

Fuimos a comer a un ya mítico restaurante en Santander, el japones Sakura, que ha montado un local nuevo en Puerto Chico, muy acogedor y grande, con una comida japonesa muy rica y a un precio muy ajustado. También comentar que se puede pedir comida a domicilio, por si alguien quiere pedir algo diferente a la pizza o un chino y no quiere moverse del sofá.



Como no teníamos mucho hambre no pedimos demasiado, así que comenzamos por un clásico sushi variado. Viene una buena ración, con un mix de nigiris de diferentes pescados y uno de tortilla francesa, también unos pocos makis de pescado y de pepino, un complemento ideal para los nigiris. Como siempre el pescado muy sabroso y fresco, la verdad es que en este restaurante la comida tiene una buena calidad.



Esta todo tan bueno que la gente no podia dejar de pelearse por coger una pieza más de sushi que los demas...sin comentarios.

Pedimos también un Katsudon, que es un arroz blanco con escalope y huevo. Viene servido en una cajita muy curiosa para que cada uno se pueda servir. En este caso el arroz estaba un poco seco y no todo lo bueno que suele estar.



Por mi parte pedí una sopa con albóndigas de pescado. Éste fue el único plato no compartido ya que el resto de la gente no quiso probar, pero en este restaurante tienen unas sopas muy ricas y en estos días fríos vienen muy bien para entrar en calor. La que yo degusté venia servida en un cuenco, y se trata de un caldo suave con un poco de verdura y dentro unas albóndigas de pasta rellenas de pescado. Está tan buena que si vais a este restaurante no dejéis de probarla, ya que es muy recomendable.



Para compartir también pedimos unas Gyozas, algo sencillo pero bien rico. son una especie de empanadillas de pasta rellenas de carne y verduras con la pasta ligeramente frita. En el Sakura las bordan, ya que la clave es que la pasta esté suave y no se quede muy seca, ya que entonces no son mas que un mazacote relleno. En este caso vienen servidas con una salsa para mojar. Muy buenas!



Por ultimo pedimos unos tallarines udon salteados con carne y verduras. Éstos tallarines son mas gordos de los normal y a mi personalmente me gustan más que los finos o tambien llamados "noodles". Se pueden pedir tambien los finos con el mismo salteado, pero ya es cuestión de gustos. Los tallarines muy ricos, con bien de ingredientes y muy sabrosos.



Toda la comida como es habitual la pasamos con las tipicas cervezas japonesas, en este caso Sapporo, no es que sea realmente una gran cerveza pero le da un toque mas "japones".



Como andábamos muy llenos ya no pedimos postre y como siempre nos invitaron a un chupito de la casa. Puedes pedir lo que quieras pero lo habitual es sake caliente. Hay mucha gente a la que no le hace mucha gracia pero a mi me gusta bastante. Te lo sirven en una jarrita dentro de un recipiente con agua caliente para que mantenga la temperatura, un detalle muy majo.



Toda la comida nos salio por unos 19 euros cada uno, que es un precio mas que asequible, y aunque mis acompañantes querían que pagara yo, al final lo hicimos a escote y todos contentos. Un sitio muy recomendable, con una atención buena y al que volveré seguro.


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jueves, 16 de diciembre de 2010

Restaurante Bodega La Violeta (Bezana)

Hace apenas unas pocas semanas,y mientras tomabamos unas cervezas unos cuantos amigos,decidimos de manera improvisada ir a finalizar la velada cenando en algun local cercano algo de picoteo. En esta ocasion,y haciendo caso de la sugerencia de uno de nosotros,que ya habia estado con aterioridad,nos decantamos por esta bodega situada en la avenida principal que lleva a Bezana,a pie de carretera.


La decoracion de lugar,moderna,con el color violeta predominando,como no podia ser de otra manera jejeje.Al fondo de la enorme barra,una gran pizarra con la carta,tanto de vinos como de raciones. El local no dispone de una carta como tal,impresa,sino que hay que elegir fijandote en lo que oferta la pizarra o en las sugerencias que nos "canto" el camarero. Personalmente,prefiero elegir con algo en la mano,pero como imagino que la carta se actualiza diariamente,pues gire mas cuello que la niña del exorcista.


Comenzamos el picoteo con unas raciones de champiñones rellenos gratinados,con patatas paja como decoracion. Es un plato sencillo,pero estaban muy sabrosos y gustaron a todo el mundo.







A continuación,una ensalda fria de pasta con salmon.Como se ve, la pasta admite casi cualquier acompañamiento y temperatura,siempre va a gustar.






Una buena cena de picoteo no puede ser considerada como tal sin las ya miticas croquetas!! la racion que pedimos era mixta,de carne y de bacalao,y venian acompañadas de bastoncillos de pan.estaban buenas,peor sin ser nada especial.Las de bacalao fueron las que menos gracia me hicieron,son las que por lo general en los restaurantes les cuesta mas sacarles el sabor.





Luego,los dos representantes de la Sociedad Gastronomica en esta ocasion,pedimos una racion de caracoles,un plato muy tipico sobre todo en las fechas navideñas en Cantabria. Al final,alguna comensal con dotes artisticas tambien los probo y confirmo el veredicto:estan buenisimos!! (si mama,si: como los tuyos ninguno)






Para ir terminando,unas delicias de pollo rebozadas,acompañadas de una salsa ali-oli.Tanto las varitas como la salsa estaban deliciosas,a pesar tambien de la sencillez del plato.Las varitas en su punto y sin estar demasiado grasientas.





A pesar de estar bastante llenos a estas alturas de cena,uno de nosotros pido una tortilla de bacalao para compartir entre varios.Por lo visto,esta tenia mas vegetales que bacalao, y este no le daba mucho sabor a la tortilla,asi que no fue una opcion demasiado acertada.







Como es logico,al finalizar estabamos tan llenos que pasamos de los postres,tan solo algunos cafes y mas charla animada con los amigos.El precio creo recordar que fueron menos de 20 euros por persona,lo cual esta muy bien.Destacar tambien la amabilidad de los camareros.En definitiva,un local al que se puede volver de vez en cuando.




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martes, 14 de diciembre de 2010

Restaurante Garaio (Vitoria)

De nuevo aprovechamos unas grandes amistades en esta ciudad, para conocer un nuevo restaurante. Esta vez fue recomendado por un compañero amante de la buena gastronomía, por lo que no dudamos en desplazarnos 6 personas desde Cantabria.

El restaurante en cuestión lleva muchos años en funcionamiento y está regentado por un agradable matrimonio. Es un restaurante clásico de barrio, no muy grande, con una barra de bar pequeña, sin otros comercios alrededor dedicados a la hotelería, lo que hace dificil que sea conocido. Recientemente el hijo se ha hecho cargo de la cocina introduciendo unos menús degustación nuevos que fuimos a conocer.

Bien es cierto que el local desde fuera no invita a entrar a comer un menú degustación, más bien llama para tomar una caña, y además para los que no sois de Vitoria está un poco escondido pero fácil de llegar. El comedor es amplio, como para unas 40 personas, ideal para comidas o cenas de empresa en estas fechas tan indicadas. Os dejo una foto de la entrada con dos de las comensales.

El menú degustación consta de 4 entrantes y de segundo puedes elegir entre 6 platos, o si prefieres un "mitad y mitad" que te sirven rape y solomillo, para que no te quedes con ganas de ninguna de las dos.

Los 9 del grupo decidimos elegir el segundo plato. Además el menú incluye vino de año de la Rioja Alavesa, pero como somos grandes amantes del vino, decidimos salirnos de carta y tomar un Campillo crianza que por supuesto no defraudó, a juzgar por el número de botellas que se bebieron.

Comenzamos con un aperitivo de la casa, que constaba de una tosta de champiñones en salsa con un poco de perejil. Sabroso, buena manera de comenzar la comilona.

El primer entrante era foie con caramelo de módena y tostadas. El caramelo de módena le daba un toque especial al plato y hacía que el foie estuviese más sabroso.

Seguimos con lasagna fría con muselina de piquillos. Plato curioso. A un par de comensales no les gustó, pero por lo general creo que fue bien aceptado. La muselina de piquillos estaba muy fina y era un buen acompañamiento. La lasagna constaba principalmente de palitos de cangrejo, alguna hoja de lechuga, una mahonesa muy ligera..., en definitiva recordaba al contenido de un sandwich vegetal.

Lo siguiente fue ensalada de bacalado con pasta de aceitunas. A mi personalmente el entrante que más me gustó. Bien es cierto que llevaba pimiento morrón, que es un ingrediente que no se me pasa. El bacalao estaba muy tierno y la pasta de aceitunas muy lograda .

Por último nos sirvieron habas con jamón y bacalao al pil-pil. Este plato fue otro de los que hubo diferentes opiniones, pero a nadie le dejó indiferente. No se me olvide comentar que las cantidades de los entrantes estaban en su justa medida, cada uno de estos platos se compartía entre tres.

La elección de los segundos fue fácil, pero voy a detallar todos los que había para futuros comensales:

-Merluza en salsa verde con almejas.
-Merluza a la plancha.
-Solomillo a la plancha con salsa de vino.
-Pimientos rellenos de setas y hongos.
-Pimientos rellenos de rabo de toro.
-Pencas rellenas de bacalo al pil-pil.

Entre estas variedades, la gran mayoría se decidió por el solomillo a la plancha con salsa de vino, que parece que estaba a su gusto, a juzgar por lo que quedó en el plato. Estaba acompañado por patatas panadera, muy tiernas (en Álava no podría ser de otra manera).

Uno de nosotros eligió la merluza en salsa verde con almejas, destacando que la salsa verde estaba deliciosa y la cantidad de almejas era quiza un poco escasa.

Y el plato estrella fueron los pimientos rellenos de rabo de toro. Tuve la suerte de elegirlos, una maravilla para el paladar, todos los comensales los probaron y estaban de acuerdo. No dejeís de pedirlos.

Como todo buen menú, al final hay una degustación de postres. Cuatro postres a compartir. Empezamos con una mousse de mandarina, a mi parecer muy rica, muy fina y con gran sabor a mandarina, que al final la mousse muchas veces pierde lo principal que es el sabor; este no es el caso.

A continuación vino el otro plato estrella de la comida, cucharita de sorbete de violetas. No se si todos conocereis los caramelos de violetas que venden a granel, pues el sorbete tenía ese mismo sabor, una delicia. Hasta nos dejaron repetir este postre a las privilegiadas.

Al sorbete le siguieron unos rollitos de nata con chocolate caliente espolvoreados con canela, que yo personalmente ni probé porque quería quedarme con el sabor de la violeta.

Y por ultimo Souflé de chocolate. A este no me pude resisitir, y como era de esperar estaba muy bueno, con el chocolate derretido por dentro como debe ser. Al igual que la mousse de mandarina iba acompañada de un pedazo de carambola, una fruta exótica que a su corte transversal es una estrella de cinco puntas. Su pulpa es jugosa, un poco fibrosa y muy ácida.

El precio de este menú degustación es de 30,05 euros sin I.V.A., precio muy asequible y acorde. Nosotros pagamos "algo" más, porque nos salimos de la carta de vinos y porque finalmente acabamos tomando chupitos y copas en el restaurante, y eso evidentemente engrosa la cuenta, pero también demuestra que uno se encuentra a gusto cominedo en este local.

No quiero acabar la crítica sin mencionar el excelente trato de la camarera, que además me facilitó algunos datos, revista incluida, para poder hacer esta crónica. Y tampoco sin agradecer al cocinero su dedicación y que al final saliese a saludarnos.

Es evidente que la conclusión, es que es un restaurante recomendable. No os dejeis llevar por la apariencia... CALLE PINTOR SALVADOR AZPIAZU, 12 VITORIA-GASTEIZ (Álava)
Teléfono: 945229894

lunes, 13 de diciembre de 2010

Restaurante Casa Rosalia (Santiago de Compostela)

Recién llegados a Santiago de Compostela, nos dirigimos a nuestro hotel, para intentar descansar un poco del largo viaje que habíamos emprendido, en el cual, además por razones obvias, nos llevo a realizar una parada gastronómica, (podéis comprobar que las crónicas no se hacen del aire). Después de un sueño reparador nos dirigimos a descubrir los maravillosos lugares que nos esperaban en la pequeña ciudad de Santiago, no sin antes tomar una referencia,por pare de los atentos recepcionistas de nuestro hotel, que no dudaron en hacernos alguna recomendación de restaurantes típicos de la tierra.

Fueron varios los sitios que nos recomendaron, pero final entre tanto escaparate de chuletones, rodaballos, etc, nos decidimos por éste, Casa Rosalia. Como al día siguiente teníamos pensado hacer algún que otro exceso con los crustáceos de la tierra, elegimos éste porque nos habían comentado que era un poco más de picoteo, algo más fácil para entrar en el tipo de gastronomía de la tierra.

La carta del sitio no era muy extensa la verdad, pero con nombres sencillos y explícitos, no de estos que son tan sumamente largos que te cansas sólo de leerlos. Entre todas las cosas que nos ofrecían, y también influenciados por el frió del carajo (o como dicen allí "del carayo") que hacía, nos decidimos por comenzar con un riquísimo caldo gallego. Estaba muy bueno, con berza y trocitos desmigados de algo que parecía chorizo, la verdad es que además de bueno nos ayudó a entrar en calor.


Todo hay que decirlo, lo que también nos ayudo a pasar un poco el frío, fue el Albariño Pazo do Porto, vino de la casa que el camarero nos recomendó, y con razón, puesto que estaba buenísimo, y eso que yo no soy una gran entendida de vinos, pero me gustó bastante.


Mi adorado, guapo, alto y fuerte acompañante (love is in the aiiiiiiiiir), se empeñó en que pidiéramos un salpicón de centollo. No es uno de los platos que más me gusta, porque pienso que con la vinagreta pierde todo su sabor, y la verdad es que tenía razón. Aun así no estaba malo.


Después nos decantamos por una tapa de zamburiñas al horno. Nos sorprendieron mucho, ¡¡¡eran dulces!!! ¿cómo una cosa que viene del mar está dulce? Pues realmente estaban muy buenas, la salsa tenía un poco de tomate natural y cebollita caramelizada, lo que le daba ese toque dulzón.


Continuamos con un revuelto de trigueros y pulpo, para mi gusto estaba demasiado hecho, pero la idea de la mezcla era buena. Tenía cierto sabor a nata, algo que nos sorprendió, ya que en la carta no explicaba nada de eso. En definitiva un "revueltillo" que podía haber estado mucho más rico si lo hubiesen hecho con un poco más de cariño.


Para terminar, no os penseís que esto no terminaría nunca, nada de postres, ni tartas, ni quesos, ni frutas, para mi el mejor plato que nos tomamos, aunque la verdad estábamos tan llenos que casi no lo pudimos disfrutar, una brocheta deliciosa, hecha a la brasa, de rape con zamburiñas. Estaba exquisito, de esos platos que se nota que se han hecho con mimo, y lo que más llamaba la atención era la salsa que lo acompañaba, mojo verde, y en vez de papas, cachelos cocidos. Aun recuerdo los sabores mezclándose. Otra de las cosas buenas que tenía el plato era que la salsa venía en un recipiente por separado por si a algún comensal no le gustase, y para los más "salaos" un poquito de sal rosa adornando el plato.


Realmente os recomiendo este restaurante, en el que además de buenas comidas os encontrareís a gente muy simpática, que os servirá de mil amores, e intentarán que disfrutéis todo lo posible mientras estéis en su local. Los precios no son muy altos, no recuerdo exactamente el total, pero no me pareció nada caro. Espero que por lo menos, si pasáis por este local, entréis a comer una buena brocheta.

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