El local del restaurante es una sidreria, de estas que no se han reformado en los últimos 50 años, así que no esperéis un sitio moderno o fashion! Lo mejor es el poder abrir el apetito o esperar a la persona que llegue tarde bebiendo un poco de sidra, es la mejor manera que se me ocurre de esperar.
Una vez refrescado el paladar, fuimos a sentarnos en la mesa que teníamos reservado, la carta es bastante amplia aunque en este caso íbamos a tiro hecho: pedimos un par de ensaladas mixtas y dos raciones de pimientos de Padrón, todo esto junto con la estrella del sitio, el cachopo!!!
Las ensaladas ricas y frescas,pero el plato no da mas de si.El complemento ideal para comidas copiosos y cárnicas.
Los pimientos de Padrón muy ricos, eso si,en este caso no pico ninguno, hay gente que se alegrara de ello, pero a mi la verdad me gusta que alguno pique un poco, por lo demás estaba en su punto de sal y sin el excedente de grasa.
Después de comer un poco de verde, ya nos metimos en lo serio, este restaurante es famoso por su cachopo, así que decidimos probarlo para poder decidir si su fama era adecuada. El restaurante normalmente solo tenia un tipo de cachopo, aunque ahora ha incorporado otra versión del mismo relleno de cecina y queso.
Eramos siete comensales y pedimos un medio cachopo del habitual de la casa y un cuarto del del cecina, nos sirvieron una bandeja monstruosa con ambos cachopos y bien de patatas, como se puede ver en la foto la escala es para no volver a pasar hambre en el mes.
El de cecina estaba riquisimo, el sabor salado de esta le daba un gusto buenisimo, vamos, era como la novedad por si a la gente no le gustaba el pimiento del relleno del habitual y a mi me gusto mucho mas. El basico estaba relleno de queso, jamon, pimento verde y pimiento de piquillo, es decir,un monstruo super ancho!! Comentar que así como el de cecina estaba muy bueno y jugoso, este con tanto relleno me pareció un poco seco, aun asi nos lo terminamos todo.
Como somos unos chicos muy comilones, y nos quedamos con un poco de gusanillo, nos pedimos otro medio cachopo del normal, pues el de cecina se había acabado.Este segundo estaba mucho mas jugoso que el primero, se notaba que estaba recién hecho, la verdad me encanto y estoy deseando volver a comerlo.
Al final ya estabamos super llenos, este sitio no es para gente de apetito ligero, nos decidimos por unos pocos postres para terminar de salir con grua!!! Pedimos unas tartas de queso caseras, que estaba muy ricas, aunque con demasiado sirope por encima que mataba un poco el sabor de esta, en opinión de los expertos.
Yo por mi parte pedí un helado, ya que necesitaba que esa comilona fuese bajando para poder respirar a gusto, ya que habíamos quedado tremendamente llenos, este era de nata y venia servido también con abundante sirope, parece que les encanta en este restaurante.
Comimos todo eso bien regado por 8 botellas de sidra, y pagamos cada uno sobre 20 euros, un precio regalado por la cantidad y calidad de la comida, un sitio de visita obligada para los amantes del cachopo.
Os dejo el mapa con la situación de la sidreria
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