Restaurante El Palacio (Tanos)

Hace apenas un mes, nos acercamos a este estupendo y conocido restaurante de Tanos, con motivo de la inminente celebración del cumpleaños de nuestro amado presidente de la Sociedad Gastronomica La Horadada. Aunque el hombre ha contemplado tiempos mejores, aun conserva parte de esa energia que le caracterizaba e incluso la noche anterior acudió a un multitudinario concierto donde se le vio entregado cantando esos temas que a todos gustan.Vengo de moler, moler...!! El Palacio es un bonito chalet azul de dos plantas con jardín, por el que se accede a la entrada, donde despues de aguardar a que nos atendieran, subimos a uno de los pequeños comedores de la planta superior. Al ser entre semana, no hubo problemas de reserva y pudimos elegir donde sentarnos, y ser atendidos con toda la atención y rapidez por el maitre. Tras una rápida ojeada a la carta, nos decidimos por un menú degustacion otoño-invierno. Este restaurante practica una cocina contemporanea, pero con las materias primas de toda la vida y de calidad (nada de hidrogeno liquido ni geles), aunque con una preparacion un tanto novedosa. Por gentileza de la casa y como aperitivo, nos sirvieron una bandeja con cortezas de cerdo, varitas de pan y tres salsas ali-oli de tres sabores: fresa, chocolate y aguacate . Perfecta y original manera de comenzar este menú. Como segundo aperitivo, unos buñuelos de anchoa y cubalibre de martini y foie. Delicioso!! Aunque donde este el cubalibre de toda la vida... jejeje A continuacion, entramos en materia con pisto de boletus entre laminas de queso. Estaba buenísmo, muy crujuente y sabroso. A los tres comensales nos encanto!! Yo la verdad me hubiera comido 3 o 4 más tranquilamente.

Seguimos con un plato bastante peculiar e innovador: cebolla rellena de morcilla. De primeras puede parecer una mezcla un poco extraña, y que comerse una cebolla puede acrecentar los niveles de alitosis hasta limites insospechados, pero la combinación de ambas sorprende. A mi personalmente me gusto mucho. El que no quiera innovar ni probar cosas nuevas, que se vaya al McDonald !!

Más sorpresas: higado de pato con platano y huevo frito. Seguro??? Pues no, aunque a los ojos de cualquiera parezca el tipico huevo de toda la vida, en realidad la clara era pure de patata y la yema era zumo de naranja. Cagate lorito!! Menuda cara se nos quedó cuando el maitre nos explicó el plato. Tanto el higado como el "huevo frito" y el platano estaban buenísimos.

Como es bien sabido, a nuestro presidente no le gusta el higado y no tuvieron ningún problema en cambiárselo por un rissoto. Dió buena cuenta de él, asi que debia de estar excelente. Éste también venia acompañado, como se ve en la foto, del original "huevo frito".

El siguiente plato de este menú degustación fue lubina, con erizo de mar y caldo panadera. Como vereis, estoy haciendo ejercicios de estilo para encontrar nuevos adjetivos y formas de decir que todos los platos sin excepción estaban exquisitos. Este plato me pareció muy recomendable, y eso teniendo en cuenta que soy bastante más de carne que de pescado, pero al Cesar lo que es del Cesar.

Y para terminar, llega el plato de la carne: un solomillo de jabali, con higos secos y pasta de almendra frita. La carne estaba hecha a la perfección y muy bien complementada con el sabor de los higos. El toque exótico lo ponia la almendra frita, otro toque especial del cocinero.

Comenzamos los postres con pera rellena de helado de piña. Buenísimo!! y...

... y brownie de chocolate y fresas escarchadas en plata.

y como postre de regalo, nos vieron la cara de borrachuzos y nos trajeron, oh campos de soledad oh mustios collados.... unos destornilladores de vodka con naranja solido,cocadas,nubes de limon y canutillos de sobao. El destornillador estaba hecho, creo recordar, de gelatina y de sorbete de mandarina. Otra vuelta de tuerca (de ahi lo de destornillador lo pillas?,lo pillas? eh? eh?) para poner la guinda al pastel a este espectacular menú. Chapó.

Para beber, aparte de agua, tomamos un vino recomendación del maitre. Se trata de un syrah Luddite 2005 y nos lo ofreció como "el mejor syrah del mundo". Si bien no podemos confirmar tales afirmaciones, la cosa es que estaba buenísimo, y por 40 euros la botella (aunque su precio real era de 50). Y como colofón, chupitos y un copazo!!

La cuenta ascendio a 175 euros. Si bien es un precio un poco elevado, la verdad es que tanto el trato como el menú y el lugar lo merecen de sobra. Un sitio muy recomendable y al que seguramente volvamos.

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