El puerto viejo de Algorta es una zona muy bonita con unas escaleras largas, plagadas de bares, donde en cada parada ir pudiendo tomarse un pintxo y una caña o un Txacoli.
El restaurante para personas que rehuyan del ejercicio físico de subir las escaleras y tomar cañas se encuentra justo abajo.
Fuimos dos personas a comer a dicho restaurante, después de revisar la carta que no era demasiado extensa ya que como hemos dicho la clave del sitio estaba en el pescado fresco que servían, nos decantamos por un par de entrantes a compartir y un buen pescado a la plancha.
Comenzamos con unos langostinos plancha, nos habíamos decantado por unas gambas plancha, pero como fuimos a comer a las 4 de la tarde (casi una comida-merienda) no quedaban y elegimos los langostinos, que tenían un tamaño hermoso y estaban muy sabrosos.

Después elegimos unas almejas a la marinera, que fueron servidas en una vasija de barro que nos trajeron hirviendo para que estuviesen en su punto mientras terminábamos de comer los langostinos. Las almejas tenían un buen tamaño y estaban muy sabrosas, el único fallo que podría ver es el orden de servir primero los langostinos y después las almejas, ya que al estar los langostinos con bastante sal por la plancha, hacían que las almejas parecieran un poco sosas.

Cuando estábamos casi decididos con el pescado a comer, íbamos a pedir dorada a la plancha, en la mesa de al lado sirvieron un pescado que no sabíamos cual era y que tenia una pinta estupenda. Finalmente nos decantamos por ese pescado que resultó ser mojarra, que según nos comento lo habían pescado el día anterior. He de reconocer que estaba super rico y se notaba muy fresco, lo sirvieron con un poco de ajo y una guindilla sin mucho artificio pero no necesitaba mas, solo la calidad de la materia prima era suficiente.
Para beber elegimos un clásico como es el blanco de rueda de Marques de Riscal, nos los sirvieron a su temperatura bien fresco y con una cubitera con agua y hielos para que no se quedase caliente durante la comida.
De postre pedimos finalmente un helado a medias para compartir ya que habíamos quedado bastante llenos con todo lo anterior.
Comentar finalmente que el trato fue siempre muy agradable y atento, y la comida nos salio por 35 euros por persona, un precio asequible para poder comer un poco de pescado fresco, un sitio muy recomendable.
Comenzamos con unos langostinos plancha, nos habíamos decantado por unas gambas plancha, pero como fuimos a comer a las 4 de la tarde (casi una comida-merienda) no quedaban y elegimos los langostinos, que tenían un tamaño hermoso y estaban muy sabrosos.
Después elegimos unas almejas a la marinera, que fueron servidas en una vasija de barro que nos trajeron hirviendo para que estuviesen en su punto mientras terminábamos de comer los langostinos. Las almejas tenían un buen tamaño y estaban muy sabrosas, el único fallo que podría ver es el orden de servir primero los langostinos y después las almejas, ya que al estar los langostinos con bastante sal por la plancha, hacían que las almejas parecieran un poco sosas.
Cuando estábamos casi decididos con el pescado a comer, íbamos a pedir dorada a la plancha, en la mesa de al lado sirvieron un pescado que no sabíamos cual era y que tenia una pinta estupenda. Finalmente nos decantamos por ese pescado que resultó ser mojarra, que según nos comento lo habían pescado el día anterior. He de reconocer que estaba super rico y se notaba muy fresco, lo sirvieron con un poco de ajo y una guindilla sin mucho artificio pero no necesitaba mas, solo la calidad de la materia prima era suficiente.
Para beber elegimos un clásico como es el blanco de rueda de Marques de Riscal, nos los sirvieron a su temperatura bien fresco y con una cubitera con agua y hielos para que no se quedase caliente durante la comida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario