Está situado en la plaza del Ayuntamiento, debajo de los arquillos y muy cerca del conocido Mesón Marinero.

Comimos al aire libre. No es una terraza, es parte de la calle, pero al estar debajo de los arcos está bastante recogido. Nos trajeron la carta pero tampoco la estudiamos a fondo porque teníamos claro cuál era nuestro objetivo, la parrillada de marisco. Nos comentaron que también había parrillada mixta, en la que servían marisco y pescado, pero a expensas de quitar los grandes crustáceos del mar, asi que nos decantamos por la primera.



Como se aprecia en las fotos, el plato en si consistía en:
-1 bogavante: estaba impresionante, a la parrilla. Con diferencia el bicho que más me gustó.
-1 langosta: muy buena, a diferencia del bogavante tenía la carne más dura y algo menos sabrosa, pero en cualquier caso muy buena.
-2 cigalas: de buen tamaño, sabrosas y muy bien hechas, todos los crustáceos tenían el punto de sal exacto.
-2 nécoras: fue lo último que comimos, y con el poco hueco que teníamos no se si las disfrutamos como debíamos. Estaban bien llenas y con muy buen punto.
-langostinos a la plancha: más de lo mismo, muy bien hechos, con el punto de sal exacto y muy sabrosos.
-gamas cocidas: en el ranking las pondría en último lugar, pero no porque no estaban buenas, sino porque lo demás estaba impresionante.
-almejas:las almejas tenían un aliño por encima con ajo y guindilla roja que estaba exquisito.
Para llevar la contraria al dicho diremos que a pesar de no ser un mes con "r" el marisco estaba bien bueno. Ja,ja,ja.
Acompañamos la comida de un Albariño, Pazo Barrantes, muy fresquito y una combinación perfecta.

De postre elejimos una tarta de queso casero. El mesón tiene también mucha fama por los postres caseros que hacen. La presentación nos pareció un tanto hortera, pero la tarta estaba muy buena.

Por último nos invitaron a un par de chupitos de orujo de hierbas. Es un detalle que no todos los restaurantes tienen y la verdad es que se agradece.

Acabamos la comida muy satisfechos, nunca imaginé que el marisco podía llenar tanto. El precio nos pareció quiza un poco elevado. La parrillada ascendía a 165 euros que nos pareció acorde, pero como siempre nos olvidamos de sumarle el IVA, que es lo que nos descolocó. De todos modos la atención del camarero fue buena y la comida exquisita. Recomendable para un capricho.
Vaya tripada... La verdad es que no es para nada barato pero te pones como el kiko.
ResponderEliminar